Muchas personas tienen problemas de memoria, lo que no significa necesariamente que padezcan algún tipo de demencia o enfermedad de Alzheimer. Existen muchas causas diferentes de problemas de memoria, como deficiencias vitamínicas o problemas de tiroides. Si usted o un ser querido experimenta síntomas de pérdida de memoria, un evaluación de la memoria Es un excelente punto de partida. El diagnóstico temprano es clave para planificar el mejor tratamiento y afrontar la demencia.
Síntomas de demencia
Cuando escuchamos el término "demencia", solemos pensar que se refiere a la enfermedad de Alzheimer, pero no siempre es así. Si bien la enfermedad de Alzheimer es el tipo más común de demencia, representando entre el 60 y el 801% de los casos, la demencia no es una enfermedad única. Demencia es un término general que se utiliza para describir un deterioro de la capacidad mental lo suficientemente grave como para interferir con la vida diaria. Las personas con demencia pueden tener problemas con la memoria a corto plazo, como recordar sus llaves o billetera, salir del vecindario, pagar sus comidas y prepararlas. Muchas demencias se consideran progresivas, lo que significa que los síntomas comienzan lentamente y empeoran con el tiempo.
Etapas de la demencia
La demencia se divide en tres etapas principales. La primera, la demencia leve, puede causar tristeza, ansiedad y pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba. Quizás note que su ser querido tiene dificultad para recordar palabras o nombres y para asimilar información nueva. Como familiar o cuidador, es posible que no esté seguro de adónde ir ni de cómo afrontar el diagnóstico. En las primeras etapas, es fundamental prepararse para tomar decisiones conjuntas sobre el futuro y su cuidado.
La demencia moderada es la segunda etapa de la demencia. En esta etapa, la función física y el juicio se ven afectados. Esto puede ser un gran desafío físico y emocional para el cuidador. Quienes se encuentran en esta etapa pueden hacer acusaciones a sus seres queridos o mostrarse agresivos en su comportamiento o lenguaje. Es importante recordar que no lo hacen a propósito. Intentar identificar la raíz del problema y lo que ha desencadenado el comportamiento puede ayudar a prevenir o modificar el resultado en el futuro.
La tercera etapa es la demencia grave, que puede requerir atención continua. En esta etapa, quienes la padecen pueden tener dificultades para reconocer a sus seres queridos o cuidadores. Pueden tener movilidad limitada y pérdida de control, y requerir ayuda para ir al baño, comer, etc. Este puede ser un momento muy estresante tanto para los seres queridos como para los cuidadores.
La esperanza en los estudios de investigación
Si bien lidiar con la demencia puede ser difícil, los próximos estudios de investigación en el Centro de Investigación Neuropsiquiátrica del Suroeste de Florida podrían ser una opción. Los candidatos que califiquen y participen podrán recibir atención relacionada con el estudio sin costo y acceso a la medicación del estudio. También podría haber compensación por tiempo y desplazamiento. Para obtener más información y saber si usted o un ser querido podría calificar para los próximos estudios, haga clic en aquí.
