Pérdida de memoria

Cambios en la memoria

Deterioro cognitivo leve

El deterioro cognitivo leve (DCL) es una afección en la que una persona presenta cambios leves pero mensurables en la capacidad de pensamiento, perceptibles tanto para la persona afectada como para sus familiares y amigos, pero que no afectan su capacidad para realizar actividades cotidianas. Una persona con DCL experimenta problemas de memoria más graves de lo que normalmente se espera con la edad, pero no presenta otros síntomas de demencia, como deterioro del juicio o del razonamiento.

Las personas con deterioro cognitivo leve (DCL), especialmente con deterioro cognitivo leve (DCL) que implica problemas de memoria, tienen mayor probabilidad de desarrollar Alzheimer u otras demencias que quienes no lo padecen. Sin embargo, el DCL no siempre conduce a la demencia. En algunas personas, el DCL recupera la cognición normal o se mantiene estable. En otros casos, como cuando un medicamento causa deterioro cognitivo, el DCL se diagnostica erróneamente. Por lo tanto, es importante que las personas con deterioro cognitivo busquen ayuda lo antes posible para el diagnóstico y el posible tratamiento.

Alzheimer/Demencia

Cada persona con Alzheimer experimenta la enfermedad de forma diferente, pero los pacientes tienden a seguir una trayectoria similar. El número exacto de etapas es arbitrario. Algunos expertos utilizan un modelo simple de tres fases (iniciales, moderadas y finales), mientras que otros han descubierto que una clasificación más detallada resulta más útil para explicar el ciclo de la enfermedad.

El sistema más común, desarrollado por el Dr. Barry Reisberg de la Universidad de Nueva York, divide la progresión de la enfermedad de Alzheimer en siete etapas. Este marco para comprender la progresión de la enfermedad de Alzheimer ha sido adoptado y utilizado por diversos profesionales de la salud, así como por la Asociación de Alzheimer.

A continuación se presenta un resumen de las siete etapas de la enfermedad de Alzheimer basado en las ideas del Dr. Resiberg: Nota: Las 2 primeras etapas son las más “sigilosas”, sin embargo, las más importantes en las que es posible una intervención.

Durante esta etapa, la enfermedad de Alzheimer no es detectable y no se evidencian problemas de memoria ni otros síntomas de demencia.
La persona mayor puede notar problemas menores de memoria o perder objetos en casa, aunque no hasta el punto de que la pérdida de memoria se distinga fácilmente de la pérdida de memoria normal relacionada con la edad. La persona seguirá teniendo buenos resultados en las pruebas de memoria y es poco probable que la enfermedad sea detectada por médicos o seres queridos.
En esta etapa, los amigos y familiares de la persona mayor pueden comenzar a notar problemas de memoria y cognitivos. El rendimiento en las pruebas de memoria y cognitivas se ve afectado, y los médicos podrán detectar un deterioro de la función cognitiva. Los pacientes en la etapa 3 tendrán dificultades en muchas áreas, incluyendo:
  • Encontrar la palabra adecuada durante las conversaciones
  • Recordando nombres de nuevos conocidos
  • Planificación y organización
  • Las personas en etapa tres de Alzheimer también pueden perder con frecuencia posesiones personales, incluso objetos de valor.
En la etapa cuatro de la enfermedad de Alzheimer, los síntomas son evidentes. Los pacientes con esta etapa:
  • Tiene dificultades con la aritmética simple.
  • Pueden olvidar detalles sobre sus historias de vida.
  • Tienen mala memoria a corto plazo (pueden no recordar lo que comieron en el desayuno, por ejemplo)
  • Incapacidad para administrar las finanzas y pagar facturas
Durante la quinta etapa del Alzheimer, los pacientes comienzan a necesitar ayuda con muchas actividades cotidianas. Las personas en la quinta etapa de la enfermedad pueden experimentar:
  • Confusión significativa
  • Incapacidad para recordar detalles simples sobre sí mismos, como su propio número de teléfono.
  • Dificultad para vestirse apropiadamente
Por otro lado, los pacientes en la etapa cinco mantienen un mínimo de funcionalidad. Por lo general, aún pueden bañarse e ir al baño de forma independiente. También suelen conocer a sus familiares y algunos detalles de su historia personal, especialmente de su infancia y juventud.
Los pacientes con la sexta etapa de la enfermedad de Alzheimer requieren supervisión constante y, con frecuencia, atención profesional. Los síntomas incluyen:
  • Confusión o desconocimiento del entorno y del medio ambiente.
  • Cambios importantes de personalidad y posibles problemas de comportamiento.
  • La necesidad de ayuda con las actividades de la vida diaria, como ir al baño y bañarse.
  • Incapacidad para reconocer rostros excepto los de amigos y familiares más cercanos
  • Incapacidad para recordar la mayoría de los detalles de la historia personal
  • Pérdida del control de los intestinos y la vejiga
  • Errante
La etapa siete es la etapa final de la enfermedad de Alzheimer. Dado que la enfermedad de Alzheimer es una enfermedad terminal, los pacientes en la etapa siete se encuentran cerca de la muerte. En la etapa siete de la enfermedad, los pacientes pierden la capacidad de responder a su entorno o comunicarse. Si bien aún pueden pronunciar palabras y frases, no tienen conciencia de su condición y necesitan ayuda con todas las actividades de la vida diaria. En las etapas finales de la enfermedad, los pacientes pueden perder la capacidad de tragar.
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EVALUACIÓN DE LA MEMORIA

El breve cuestionario en el enlace a continuación puede ayudar a determinar si usted o un ser querido podría correr el riesgo de desarrollar un trastorno de la memoria que pueda requerir una evaluación más profunda.